Venciendo el odio con amor

Venciendo el odio con amor

Parashá "Balak"
Bamidbar-Números  22,2 - 25,9)

"Venciendo el odio con amor"

 
El Sefer HaJinuj nos dice que en esta Parasha la Toráh no ordena ningún precepto, sin embargo está llena de maravillosas enseñanzas. Y aunque ya lo sabemos, que siempre podemos encontrar mucho que aprender, dado que con cada letra, la Toráh nos puede enseñar importantes lecciones para nuestra vida... 
Bilam supuso que el Creador accedería a maldecir al pueblo judío si le “recordaba” cuán pronta y frecuentemente se había rebelado este contra Él durante sus cuarenta años en el desierto.
 
"Bilam se levantó en la mañana y ensilló su asna" (Números 22:21)
Bilam odiaba con pasión al Creador y sus emisarios, el pueblo judío. Temprano en la mañana buscó acometer su maléfica misión: se dirigió al Creador para “recordarle” cuán rápidamente se habían rebelado los judíos en contra de Él. 
A esto, el Eterno le replicó que esa rapidez había sido precedida por la del patriarca Abraham: Abraham se había levantado temprano por la mañana para cumplir con amor y devoción la orden que Él le diera de sacrificar a su hijo Isaac. El mérito del amor de Abraham por el Creador contrarrestó el odio de Balaam. El pueblo judío recibió en herencia el amor de Abraham; sus rebeliones en el desierto fueron apenas raptos temporales en su inherente y eterna devoción al Creador Bendito.
De manera análoga, cada vez que intentemos reparar el daño que podamos haber causado por desatender deliberadamente la voluntad del Creador, la forma más segura de compensar dichos pecados es fortaleciendo nuestro amor por Él! 
Este amor transformará a su vez los pecados del pasado en motivación para realizar buenas acciones. Así como el Creador transformó las maldiciones de Balaam en bendiciones, también nosotros podemos siempre transformar “maldiciones” en bendiciones. 
“Se presentó un ángel de HaShem en el camino para desviarlo”
(22:22)
Rabbí Aharón Zakay Shlita en su libro “Torat Haperashá” toma las
palabras del Midrash y explica que aquel era el ángel de la misericordia que pretendía salvar a Bilam para que no pecase. Aquí podemos aprender entonces cuán grande es la Misericordia de Hashem que mandó un ángel especialmente para protegerlo del pecado, dándole la oportunidad de que desista de hacer malas acciones. A pesar de que Bilam no era un hombre simple que pecaba sin intención, más bien era alguien muy grande y sabía perfectamente el mal que estaba por cometer de todas formas Hashem le tuvo misericordia y le dio una oportunidad para que no caiga en el pecado.

Si con Bilam fue así, cuanto más y más por cada uno de nosotros, por eso cuando la persona siente que la mala inclinación pretende vencerlo y llevarlo al mal, tienen que fortalecerse, confiando con Emuna, entonces seguro que del Cielo lo van a ayudar para
poder vencer! 
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