Parasha Tazira - Metzora (Vayikra-Lev 12,1-15,33)

Parasha Tazira - Metzora (Vayikra-Lev 12,1-15,33)

"Cuando una mujer concibe..." (12:2)

Si el Hombre es digno, si hace que su alma sea la esencia de su ser, entonces antecede a toda la creación. Porque fue el espíritu del Hombre el que flotó sobre las profundidades inclusive antes de la creación de la luz. Pero si no es digno, si se vanagloria de su dimensión física, entonces de términos de precedencia física de la Creación, hasta el mosquito viene antes que él...

Por ese motivo, la Toráh trata las leyes de pureza del Hombre después de las leyes de pureza de los animales: así como la creación física del Hombre viene después de la de los animales, sus leyes se explican después de las leyes de los animales. Esto se aplica únicamente cuando el hombre se comporta como un mero animal sofisticado. Pero si el hombre deja a un lado su lado físico, dándole preponderancia al alma; si cumple con el propósito de la Creación, reconociendo y sirviendo a su Creador, entonces él precede a toda la Creación.

(Basado en el Midrash y Rashi) 

 

 "Y al octavo día, se circundará la carne del prepucio" (12:3)

La grandeza del Shabat se advierte en el hecho de que el niño no recibe el Brit Milá (el pacto de la circuncisión) hasta que cumple ocho días de vida, vale decir, hasta que vivió un Shabat. En otras palabras, la razón por la cual el Brit Milá se realiza al octavo día después del nacimiento es para que el niño pueda experimentar toda la santidad del Shabat antes del Brit Milá. Sólo así podrá alcanzar un nivel tal que lo hará apto para ingresar en la santidad del pueblo judío a través del Brit Milá.

(Yalkut Yehuda) 

 

 "Y al octavo día, se circuncidará la carne del prepucio" (12:3)

En el Brit (en el pacto de la circuncisión) se acostumbra decirles a los padres "Que así como fue traído al Pacto (Brit), que también sea traído a la Toráh, al matrimonio y a los buenos actos". Así como fue traído al Brit, que ahora forma parte inseparable de él, es nuestro deseo que también todas las otras mitzvot de la Toráh sean parte inseparable de él.

(Iturei Torá) 

 

 Parashat Metzora

"Esta es la ley del Metzorá" (14:2)

Metzorá (popularmente traducido como leproso) pero también está compuesto por dos palabras en hebreo: "motzí" sacar (shem) "ra" mal (nombre). "Hablar mal de alguien".

Había una vez un mercachifle que iba de pueblo en pueblo, anunciando: "¡Quién quiere comprar el exilir de la vida! ¡Quién quiere comprar el elixir de la vida!" Rabí Yanai lo oyó y quiso comprar un poco de su brebaje. "Usted no necesita brebaje, ni usted ni ninguno como usted", le respondió el vendedor. Pero Rabí Yanai insistió. Por fin, el mercachifle sacó un Sefer Tehilim (Libro de los Salmos) y se lo leyó a Rabí Yanai. "'Quién quiere la vida...' ¿cuál es el versículo siguiente?" preguntó el hombre. Rabí Yanai le respondió: "'Cuida tu lengua del mal...' ¡toda mi vida leí este versículo y no supe su significado hasta que me lo enseñó este mercachifle!"

 

 "Y será traído al Kohen" (14:3)

Cuando una persona habla lashón hara (mala lengua), demuestra que no tiene idea del poder del habla. Demuestra que para él las palabras son insignificantes en comparación con los actos. Al hablar la mala lengua, se despierta a un acusador en el Cielo, no solamente contra el objetivo de su lashón hará, sino también contra sí mismo. Un ángel, provisto de un "grabador stereo" se para al lado de cada uno de nosotros y graba cada una de las palabras que pronunciamos. Y para enseñarles a los que hablan lashón hará el poder que tiene hasta una sola palabra, la Toráh ordena que el transgresor sea traído al Kohen. Pero, inclusive cuando va a ver al Kohen, con todo el cuerpo lleno de tzaraat (lepra) para que todos lo vean, y hasta que el Kohen pronuncie la palabra "Impuro", se lo sigue considerando totalmente puro.. Del mismo modo, no puede retornar a su antigua situación, a pesar de que la enfermedad se haya curado por completo, hasta que el Kohen pronuncie la palabra "Puro". Así, el transgresor aprende el poder que tiene hasta una sola palabra. Porque con una sola palabra, se lo segrega, y con una sola palabra, se lo redime.

 Basado en Ohel Yaakov

Dedicado para una pronta sanidad de todos los enfermos de Am Israel y del mundo entero, también para éxito y buen sustento de los necesitados. 

 

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