Parasha Tazira-Metzora "el peligro de lashon Hará"

Parasha Tazira-Metzora "el peligro de lashon Hará"

Parasha Tazira Metzora (Vayikra-Levítico 12, 1 - 15, 33)

 

En esta Parashá encontraremos diversas enseñanzas con referencia a lashon Hará (chisme o calumnia), en esta ocasión hablaremos de los pájaros que el leproso debía traer para sacrificio según Vayikra-Levítico 14, 4 (nuestros Sabios enseñaron que la lepra era el castigo para aquellos que habían calumniado). 

 

¿Y qué podemos aprender de la sangre del pájaro degollado? 

 

En el proceso de la purificación del metzorá (‘persona afectada con manchas de tzaráat "lepra")
“Y ordenará el cohén y tomará para el que se va a purificar dos pájaros vivos puros […] y degollará a uno de los pájaros sobre un
tazón de barro”. (Vaikrá 14:4-6)
Rashí explica: “Ya que las manchas de tzaráat (lepra) provienen debido a que se transgredió la prohibición de lashón hará (‘chisme’), el cual es un acto de habladurías.
El hombre, para purificarse, tiene que traer dos pájaros, los cuales se la pasan ‘hablando’ constantemente con sus chirridos”.
A simple vista, esto requiere de una aclaración. Si los pájaros aluden a la habladuría con la que la persona transgredió, ¿por qué la Toráh le ordenó a la persona traerlos cuando ya está en la etapa final de su purificación, en la que ya se arrepintió de su pecado y ya le desaparecieron las manchas de tzaráat?
¡La persona debería traer los pájaros en la etapa inicial de su purificación, cuando recién le aparecen las manchas de tzaráat! De esta manera, reconocería que su conducción no fue la correcta, habló de más "como un ave que chirría constantemente".
Pero ¿qué se gana al recordarle acerca de su transgresión ahora, después de que ya se encuentra en la culminación de su purificación?
Más bien, se puede aprender la respuesta de la siguiente alusión:
A un hombre enfermo le podrían aplicar dos drogas: El propósito de la primera droga es la de sanarlo de su enfermedad; y el de la segunda es el de servir como medicina preventiva, una vez que el hombre esté sano. Así es el tema del enfermo de tzaráat (lepra): En la primera etapa, tiene que sanar de la impureza de su tzaráat, como dice el versículo:
(Vaikrá 13:45) “Sus ropas estarán desgarradas, su cabeza con los cabellos sin cortar, cubierto hasta su bigote […] aislado se sentará; fuera del campamento, es su asentamiento”.
Rashí escribe: “Debido a que él separó, con su chisme, a un hombre de su mujer, a un hombre de su prójimo, entonces incluso él deberá ser separado”. Cuando se sienta aislado de los demás, indudablemente, hará una introspección acerca de "por qué le sucedió aquello", y se arrepentirá y se purificará de su transgresión.
Ciertamente, después de purificarse, el hombre necesitará de una “medicina preventiva” a fin de no volver a caer en dicho pecado. Por ello, la Toráh ordenó que aquel que se purifica de tzaráat tiene que traer dos pájaros, los que le recordarán nuevamente el pecado que cometió, pues él también
“chirrió” como un pájaro.
Así se cumple en aquel transgresor, lo que dijo David Hamélej (Tehilim 51:5): “Y tengo mi pecado frente a mí siempre” por medio de recordar siempre el terrible pecado que cometió y comprender por qué le sobrevino el mal de las manchas de tzaráat, así se cuidará de no volver a pecar mediante chismes o calumnias, tal como lo hizo al principio. Al avergonzar al compañero, a toda voz, por medio de la calumnia, el ofensor se ve obligado a traer dos pájaros, de los cuales uno es degollado y el otro permanece vivo. El degollado representa al compañero del cual uno habló calumnias o chismes, pues es como si lo hubiera degollado; mientras que el pájaro que permanece vivo representa al pecador. Entonces, el cohén sumerge el pájaro vivo en la sangre del pájaro degollado para grabar en
la persona la impresión de su pecado del lashón hará que dijo; y de esta manera, la persona recordará todos los días la sangre
de su compañero, que “derramó” 
con el aliento de su boca. Por eso, su cuerpo es “pintado” con la sangre del pájaro degollado; todo esto se realiza para que la persona tenga siempre delante de sus ojos el mal que hizo al calumniar o chismear, a fin de que No lo vuelva a hacer!
El Jardín de Breslev