Parasha Mishpatim
"Continúan los esclavos en nuestras generaciónes (nada más duro que cuando alguien es adquirido por la plata)"
“Y estas son las leyes que pondrás delante de ellos: si compras un
siervo hebreo, seis años trabajará; y en el séptimo año saldrá libre, gratuitamente” (Shemot- Exodo 21,1)
Al principio de esta Parashá explicó Rabenu Abraham Báal haIbn Ezra, por qué la Toráh comenzó con la sección de las leyes con el caso de los siervos, ya que dice así: “Para una persona no hay nada más difícil que estar dominado por otro como él”. O sea, la Toráh está yendo desde lo más fuerte a lo más leve, y por cuanto que la subyugación es algo muy fuerte para todos, por eso la Toráh empieza con las leyes referentes a ello.
A través de sus palabras aprendemos que no hay nada más duro...
Este siervo, por cuanto que recibió el castigo de estar seis años bajo las órdenes de su patrón, y todavía quiere subyugarse a él y ser adquirido por plata, cuando recibe el mandato del patrón, en ese momento se doblega al mandato de la plata. Ya que todo el motivo por el cual se dispone a que se le agujeree la oreja es sólo por la plata – por eso se le agujerea la oreja cuando quiere quedarse adquirido por el patrón, ya que su oído escucho sobre el monte de Sinaí que: “Para Mí son siervos los hijos de Israel”, y este fue y se adquirió un patrón.
Por ello es que se unió la sección que se refiere a la entrega de la Toráh con la del siervo hebreo, para advertirnos, que cuando uno persiga cada centavo, para conseguirlo no hay nada más pesado.
La sagrada Toráh cuenta con la fuerza de sacar a la persona de la trampa de la plata a la cual "todos caen".
¿Por qué? Porque el que estudia Toráh pasa a ser el siervo de Hakadosh Baruj Hu, (El Santo Bendito Sea) y no esclavo de la plata, equivalente a idolatría.
Y como escribió Rabí Elazar (hijo de Rabí
Elimélej de Lichensek) “Iguéret Hakódesh”, al final del libro “Nóam
Elimélej”, dice:
“Escuché de un gran Sabio que dijo, que al mal instinto de idolatría, los hombres de la Gran Asamblea lo mataron (Iomá 69b), esto es muy dudoso, ¿cómo es posible matar a un ángel, siendo un cuerpo espiritual? Sino, que solo le quitaron su oficio. Entonces, ¿a qué se dedica ahora?
Pues ¡Todo Malaj fue creado para algún propósito!
Le dieron el oficio de los asuntos monetarios para confundir a las personas haciendo que persigan el dinero y la riqueza, que esto es equivalente a la idolatría”.
¡Y las palabras de la boca de un Sabio son gracia!
Ya dijeron nuestros Sabios en la Guemará, tratado de Kidushín (30b):
“Creé el mal instinto y cree la Toráh como antídoto”.
Resulta que la persona
que se ocupa de la sagrada Toráh se libera del mal instinto del dinero, que es comparado a la idolatría!
Y tu, ¿eres libre?
(Dedicado para la sanidad de todos los enfermos y para que todos sigamos creciendo en Emuná)
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