Los niños son el espejo de aumento de los padres
¿Desde qué edad puedo guiar a mis hijos por el camino de la Toráh?
Muchos se hacen ésta pregunta, veamos ahora que opinan los sabios.
¿Quién puede relatar todas las alabanzas de la Toráh?
La ocupación en ella es mejor que ocuparse en la plata!
Como dijo Rabí Nehoray:
"Dejo a un lado todas las profesiones del mundo y no le enseño a mis hijos más que tú Toráh. (kidushin 82 B)
La Guemará, el Midrash, el Sagrado Zohar y demás libros Sagrados llenos de resplandor, expresan las alabanzas de la Toráh y no se requiere traer pruebas para cosas conocidas. Todo el mundo lo sabe, atestigua y habla de la infinita grandeza de la Toráh.
Pero no hay alguien que sea consciente para entregar su alma y su fortuna para enseñarle Toráh a sus hijos cómo se debe hacer.
Aquel que quiere ameritar a sus hijos con la corona de la Toráh, debe esforzarse en ello, desde que está en el vientre materno e incluso desde la concepción, por medio de santificarse cuando convive con su mujer, pensando en ese momento, ambos, en los grandes Jajamim (los grandes Sabios) de todas las generaciones.
El corazón de ambos debe rogarle al Creador para que les dé una descendencia Santa, descendientes íntegros en cualidades y en sabiduría, ellos (los que así hacen) son realmente sabios.
La persona debe rezar a Hashem por esto tanto antes de la Concepción, como después del parto.
El rezo no debe interrupirse de sus labios, tanto del padre como de la madre, llevando acabo buenas acciones, como repartir Tzedaká (caridad- donaciones) a los justos, y pidiéndoles que recen por sus hijos.
Desde el momento del embarazo, la mujer debe esforzarse en escuchar palabras de Toráh.
Así mismo, después del parto deben poner al hijo en un lugar donde escuche Toráh, como dijo Rabi Yehoshua Bennett Janania:
"Dichosa es la que lo trajo al mundo"
{Pirkei Avot 2-8}
(De las enseñanzas de Rabi Eliezer Papú)
Gran parte del futuro y de la educación de los hijos está en manos de los padres, bien pueden criar "grandes justos" o lo contrario, que el Eterno no lo permita.
Si aún no eres padre entonces estás a tiempo de prepararte, y si eres padre de pequeños o jóvenes pequeños, aún hay mucho por hacer!
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