El propósito de la creación
¡El Creador es Uno y Único!
"Todo el propósito de la creación de la humanidad es para conocer al Creador" (Zohar 242b)
Ese conocimiento es la consecuencia de la vivencia de la autoanulación en la Luz Infinita y el subsecuente retorno a la conciencia mundana.
El residuo de Luz Divina permite que la mente pueda comprender que el Creador es tanto trascendente como inmanente, que "Hashem es Elokim" que todo es Uno y que todo es bueno.
Esa es la raíz de toda la Toráh. El propósito principal de la Toráh y de sus Preceptos es Santificar lo material para que también ello pueda transformarse en un recipiente para captar ese residuo de Luz Divina.
Cuándo, debido alguna transgresión, el cuerpo se daña espiritualmente, se hace imposible lograr ese estado de trascendencia. Aunque se alcance tal estado, la experiencia es muy breve y debido a la diferencia espiritual del cuerpo, no es posible recibir el residuo de Luz Divina. Luego de esas experiencias uno aún tiende a olvidarse del Creador. Es por ello que el Creador nos dio los Preceptos de la Toráh, para santificar el cuerpo de modo que pueda recibir el Brillo Divino.
Mediante el estudio de la Toráh y el cumplimiento de los Preceptos la Luz podrá unirse a nosotros de manera firme y podremos recordar a el Creador en todo momento!
(Hashgajat Elokut)
El Jardin de Breslev