¿Dónde está el lugar de Su gloria?

Sobre esto escribió Rabí Natan, que antes de que la persona pueda tener el mérito de recibir alguna revelación, conocimiento y alguna nueva comprensión sobre la Toráh o sobre el servicio a HaShem, lo cual es equivalente a la recepción misma de la Toráh, primero debe pasar por lo que se considera como "desierto", que son los obstáculos, las confusiones, las dudas, la superación de los deseos mundanos; descensos, caídas, fracasos etc...

Cuando la persona se sobrepone y supera todas esas dificultades e impedimentos, llega a tener el mérito de nuevas revelaciones y comprensión sobre la Toráh y su servicio al Creador. 

Cuando la persona se ve rodeada de tantos obstáculos que provienen de fuerzas externas, es decir por todas las confusiones propias de quien desea acercarse al Creador, cuando las pruebas, los deseos mundanos y las malas cualidades la superan, no sabe que camino seguir para alejarse de la oscuridad en la cual se encuentra sumergida y no sabe como encontrar al Creador en medio de lo que le está ocurriendo, pero, si a pesar de todo, el hombre le clama a HaShem: 

"¿Dónde está el lugar de Tu Gloria? ¿Dónde estás, Creador del universo, en todo lo que me está pasando, en medio de toda la suciedad y la impureza que inundan mis pensamientos?"

Cuando el hombre grita de esta manera, entonces verdaderamente está buscando al Creador, ¡y entonces la caída misma se transformará en ascensión!

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