¡Cuidado! baja la velocidad.

¡Cuidado! baja la velocidad.

¿Por qué vamos con tanta prisa?
Probablemente tendras muchas respuestas, como por ejemplo: "porque necesitas trabajar mucho para obtener sustento o porque no te alcanza el tiempo, etc..." 
Pero te has puesto a pensar ¿Cuál es tu destino final? 
Quizá, ésta nota nos haga recapacitar un poco y así, nos esforcemos en nuestra tarea espiritual:
"Hay que esforzarse más, por el alma que por el dinero"
Que recuerde el hombre lo diligente y apurado que se comporta cuando trata de conseguir el dinero, día y noche se la pasa pensando en eso y sólo considera como amistad aquel que lo ayuda a acumular riqueza, sin embargo, es posible que todos sus esfuerzos sean en vano, pues bien podía perderlo todo, o su riqueza podría serle perjudicial, o hasta podría morir dentro de poco tiempo, pero a pesar de todo, su esfuerzo sigue siendo inmenso. 
Y si así se esfuerza por lo físico, entonces, ¿qué hace por su alma que es eterna?
Con mayor razón el hombre debe de perfeccionar su alma, actuando con diligencia y recordando, constantemente, que debe refinarla y purificarla con una depuración que perdure eternamente. 
Observa la diferencia que hay entre los dos mundos: 
El uno es muy superior a lo otro, de la misma forma que la luz aventaja a la oscuridad.
Empieza a darle tiempo a lo espiritual, y verás que tu tiempo comenzará a rendir, además de que estarás haciendo una verdadera inversión "Eterna". 
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