17 de Tamuz un día de ayuno
Este domingo 27 de Junio es el 17 de Tamuz del calendario hebreo, y es un día de ayuno, además inicia el tiempo de "las tres semanas"
¿Porque ayunamos en este día?
Veamos...
La Mishná señala cinco acontecimientos trágicos ocurridos en este día en 17 del mes de Tamuz:
-Fueron rotas las primeras tablas cuando Moshé descendió del Monte Sinai, y vio el becerro de oro junto con los ritos que lo acompañaban.
-Se suspendió la ofrenda del sacrificio diario en el primer Beit Hamikdash (el primer Gran Templo), pues los Cohanim no hallaron corderos para ofrecer en sacrificio.
-Se abrió una brecha en la muralla de la Ciudad de Jerusalém en la época del Segundo Beit Hamikdash.
-En el tiempo del Segundo Gran Templo, Apostomus el malvado, quemó la Toráh.
-Se colocó un ídolo dentro del Santuario.
Hay días en los que todo el pueblo de Israel ayunamos como consecuencia de las calamidades que ocurrieron.
El objetivo de éstos ayunos es despertar el corazón de la persona hacia el arrepentimiento, al recordar sus propios actos negativos,
así como también los de sus antepasados y por medio de ello "Retornar al Buen Camino", como expresa el versículo en Levítico 26:40, "Y confesarán sus pecados y el pecado de sus antepasados"
Cada uno debe utilizar estos días para realizar una introspección y arrepentirse, dado que el fundamento esencial de un día de ayuno, es motivar a las personas a que se arrepientan, como declara el versículo respecto al pueblo de Ninvé en: Ioná (Jonás) 3:10 "Y Hashem vio sus actos"
También es importante recalcar, que en este día (17 de Tamuz) comenzamos con el período de las tres semanas (21 días) comprendidos entre el día 17 de Tamuz y el 9 del mes de Av, denominado Bein Hametzarim, "Entre las aflicciones"
En el versículo Lamentaciones 1:3 expresa: "Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las aflicciones"
Los Sabios explicaron que ellos se refieren a los días de aflicción entre el 17 de Tamuz y el día 9 de Av, donde ocurrieron muchas tragedias en nuestro Pueblo.
Durante esas semanas disminuimos el grado de nuestro regocijo, no se celebran bodas y nos abstenemos de escuchar música, bailar, realizar viajes de placer, estrenar ropas o artículos nuevos, así como también cortarse el cabello o afeitarse.
(Extractos de Sefer Hatodá)
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