Parasha Debarim

Parasha Debarim

“Éstas son las palabras que dijo Moshé a todo Israel en el desierto, (...) en la planicie, frente a Suf”.  (Devarim-Deut 1,1)

 

El libro de Devarim es llamado “el libro del reproche”, debido a que Moshé, al final de sus días,
reprocha al Pueblo de Israel de modo que corrijan y mejoren sus acciones.


¿Y qué habló con ellos Moshé?
Sobre esto dice el versículo (Devarim 1:1): “en el desierto, en la planicie, frente a Suf”, insinuándoles con esto el momento en que la persona es llevada a su sepulcro. Y ya que la persona sabe que a fin de cuentas morirá, por lo tanto deberá vivir en concepto de “frente a Suf” (en hebreo suf se puede leer como sof – ‘final’), es decir, siempre debe tener frente a sí su final y meta, y siempre debe recordar el día de la muerte. Pues, cuando la persona recuerda el día de la muerte, y sabe que ella es polvo, y al polvo retornará, el solo hecho de saberlo despierta en ella la voluntad de hacer teshuvá. Tal como dice la Guemará (Berajot 5a): “Que siempre la persona haga enfadar al Instinto del Bien para que luche contra el Instinto del Mal, y así evitar que éste lo haga pecar. Si logró derrotarlo, bien; […] pero si no,
que recuerde el día de la muerte, en el que rendirá cuentas de todos sus actos”.

Vemos que el recuerdo del día de la muerte lleva a la persona a realizar un balance espiritual; cuando se detiene de la carrera de la vida rutinaria y medita acerca de sus actos, se aleja de las afecciones de la Inclinación al Mal y de todo placer mundanal.


Éstas son las palabras del Taná (Avot 3:1): “Observa tres cosas y no llegarás a transgredir: sabe de dónde vienes, hacia dónde vas y delante de Quién habrás de rendir cuentas. ¿De dónde vienes? De una
gota maloliente. ¿Hacia dónde vas? A un lugar de polvo, bichos y gusanos”.

He aquí que la meditación acerca de esto hace que la persona retorne al bien. Obviamente, la persona no sabe cuánto vivirá, por lo que tiene la obligación de pulir su alma en todo momento, y “preparase provisiones para el camino” con Toráh, el cumplimiento de mitzvot y la realización de actos de bondad. Como dijeron nuestros Sabios de bendita memoria (Shabat 153a):
“Rabí Eliézer dice: ‘Arrepiéntete un día antes de tu muerte’. Le preguntaron los alumnos a Ribí Eliézer: ‘Pero ¿acaso la persona sabe cuándo morirá?’. Les dijo: ‘Con más razón debe arrepentirse hoy mismo, pues quizá muera mañana; así, todos sus días los habrá vivido en arrepentimiento’”.

"Recordar el día de nuestra partida" Seguro que es un tema que a muchos no nos gusta tocar, pero además de ser algo que tenemos claro que algun día llegará, también como dicen nuestros sabios "meditar en eso nos hará recapacitar y volver en teshuvá"! 

 

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